Corneja negra Corvus corone Linnaeus, 1758

Las cornejas negras son parecidas a los cuervos, aunque son algo menores, hasta 50 centímetros de longitud y un metro de envergadura, tienen el borde de la cola casi recto, y su pico es menos poderoso. La cabeza es ancha y un poco aplanada, y el plumaje es muy denso y de color negro homogéneo, aunque puede presentar algunos reflejos metálicos.

Se establecen en un territorio al que son fieles todo el año, y del que normalmente expulsan a todos los congéneres, aunque pueden encontrarse bandos bastante grandes donde abunde el alimento y, en especial, en los dormideros, donde se pueden encontrar por decenas. Demuestran una gran versatilidad que les permite vivir en una amplísima variedad de hábitats desde la costa del mar hasta los 1800 metros de altitud en llanuras, cultivos, bosques...

Su régimen alimenticio es omnívoro y oportunista, incluyendo diversos invertebrados y huevos, y teniendo una especial habilidad para desenterrar los granos recién plantados.

Anida en árboles o arbustos de marzo a julio. El nido es una plataforma en forma de cuenco construida con ramas y palos y tapizada cuidadosamente con materiales más suaves, como lana o musgo, y otras piezas "curiosas" como papeles y plásticos. La nidada consta de entre 4 y 6 huevos de color azul verdoso y con muchas manchas, que incubará la hembra en solitario durante unos 20 días. Los pollos son atendidos por ambos progenitores y pasará un mes antes de que inicien sus primeros vuelos.

Se distribuyen en dos zonas separadas: el occidente europeo y el centro y este de Asia, sin alcanzar latitudes muy altas. En la península Ibérica es frecuente en la mitad norte y escasa y localizada en el sur.

Rev: mayo-16