Cigüeña negra Ciconia nigra Linnaeus, 1758

Los adultos tienen un plumaje negro con irisaciones verdes y moradas en la cabeza, el cuello, el pecho, el dorso y la cola. Las partes inferiores son blancas, con las plumas extraordinariamente largas. La carúncula alrededor del ojo, el pico y las patas son de color rojo intenso. Alcanzan el metro de longitud corporal, y superan el metro y medio de envergadura alar, con un peso de hasta 3 kilogramos. No hay dimorfismo sexual, aunque los machos promedian un tamaño ligeramente mayor.

Los juveniles son de color marrón por la parte superior, y tienen las patas y el pico grisáceos o verdosos.

Habita siempre en la proximidad de masas de agua permanentes, donde encuentra su alimento, tanto en masas forestales extensas, como riscos y roquedos fluviales.

Se alimentan fundamentalmente de peces, pero también de anfibios, reptiles e invertebrados como insectos, moluscos, anélidos y crustáceos.

Construyen grandes nidos con ramas y tapizando el fondo con musgos, normalmente aislados, en grandes árboles, o en cortados montañosos. La puesta consta de 2-5 huevos, que son puestos por la hembra con un intervalo de dos días. La incubación dura 4 o 5 semanas y es realizada por ambos miembros de la pareja. Después del nacimiento, los pollos permanecen en el nido atendidos por sus padres durante 9 ó 10 semanas más.

Se distribuye de forma discontinua e irregular por Europa, Asia y África. La población reproductora ibérica está aislada del resto de las poblaciones europeas, y se limita al cuadrante suroccidental de la península.

Aunque la mayoría de los individuos emigra para pasar el invierno en el África subsahariana, algunos pasan el invierno en zonas favorables del centro y sur de la península ibérica. Las poblaciones asiáticas emigran hasta la India.

Rev: septiembre-16