Quebrantahuesos Gypaetus barbatus Linnaeus, 1758

Esta ave alcanza una envergadura alar superior a los 2.5 metros, con un peso que puede superar con facilidad los 5 kilogramos. Se caracteriza por sus alas largas y estrechas, la cola en forma de rombo y por tener la cabeza completamente recubierta de plumas. La coloración del plumaje varía con la edad y con la localización geográfica.

Aunque come todo tipo de carroñas, debe su nombre a que la médula ósea forma una parte importante de su dieta. Para conseguirla, el quebrantahuesos se eleva con los restos de algún cadáver y los deja caer sobre lugares rocosos, para que se rompan, y luego ingiere los fragmentos de los huesos.

Habitan en zonas montañosas y escarpadas, con grandes barrancos y acantilados.

Forman parejas estables y sedentarias, que establecen los nidos a la entrada de cuevas o en repisas protegidas en acantilados. La puesta consta generalmente de dos huevos que son incubados durante unos dos meses, pero solo sobrevive generalmente uno de los dos. El pollo permanecerá en el nido unos cuatro meses más y no se emancipará completamente hasta transcurridos siete y ocho meses más.

Esta rapaz es escasísima en Europa occidental, donde sólo pueden encontrarse unas pocas parejas en los Pirineos, y en el Principado de Asturias y los Alpes donde ha sido reintroducida. Sin embargo, sus poblaciones gozan de buena salud en buena parte de África Oriental (valle del Rift), Grecia y desde Turquía hasta el Himalaya.

Dado el éxito conseguido en los Picos de Europa, en la actualidad hay planteados proyectos de reintroducción en las sierras de Cazorla y Segura.

Rev: marzo-11