Caballito de mar común Hippocampus kuda Bleeker, 1852

Los caballitos de mar son unos de los habitantes más extravagantes del mar, por su parecido con la pieza de ajedrez, por su forma de nadar propulsándose con la vibración de su aleta dorsal, por su boca en forma de tubo con la que aspira a los diminutos animales que le sirven de alimento, y, sobre todo, por su reproducción.

El macho del caballito de mar común vacía de agua su bolsa ventral. Acto seguido la hembra introduce su largo tubo de puesta en la bolsa paterna y deposita en ella los huevos. Por tanto, es el macho de esta especie el encargado de incubar los huevos.

Este pez que puede alcanzar hasta treinta centímetros de longitud, presenta el cuerpo rodeado de numerosos anillos óseos y la cola prensil. Se diferencia de otras especies de caballitos por el hocico de longitud media, y una pequeña corona de cinco puntas romas sobre la cabeza.

Su coloración es muy variable, de blanco marfil a marrón oscuro, negro, blanco, amarillo y rojo, frecuentemente moteado o con conjuntos o bandas transversales, blancas u oscuras.

Viven en las praderas de hierbas marinas y de algas en los bordes de los arrecifes. Se han encontrado ejemplares en mar abierto, que iban enganchados a un alga errante.

Su área de distribución comprende todas las aguas coralinas del Indo-Pacífico. Probablemente, con este nombre estemos designando más de 10 especies distintas.

Rev: marzo-09