Cocodrilo marino Crocodylus porosus Schneider, 1801

Vive en los ríos, lagos, pantanos y estuarios del oeste de la India, Sri Lanka, Bangladesh, sur de Indochina, Malasia, Filipinas, Indonesia, Nueva Guinea y norte de Australia, preferentemente en zonas cercanas a la costa. Es un excelente nadador que ha sido encontrado a centenares de kilómetros de tierra firme, y así ha podido colonizar el archipiélago de la Sonda. También puede encontrarse tierra a dentro.

Es el más grande de los cocodrilos actuales, con una longitud superior a los siete metros y medio. En peso, con sus más de 1300 kilogramos, es el mayor de todos los reptiles. Las hembras son sensiblemente más pequeñas. Pueden desplazarse en el agua a más de 40 km/h, gracias a los impulsos laterales de su poderosa cola. Cuando nada, un párpado translúcido protege los ojos y le permite la visión submarina.

Aunque se alimenta sobre todo de peces, ataca a cualquier animal que pueda ser una presa, incluido, a veces, el hombre. Se estima que un millar de personas son atacadas cada año por estos animales. Es famosa la gran matanza de 1945 ocurrida en la isla Ramree (Birmania), en la que los cocodrilos marinos mataron y devoraron a casi 1000 soldados japoneses en una sola noche, cuando atravesaban una zona pantanosa para escapar de las tropas británicas. Sus mandíbulas, provistas de 66 dientes, se cierran con una fuerza superior a los 1700 kilogramos.

Anidan cerca de las playas, formando enormes nidos de material vegetal de hasta dos metros de diámetro y uno de altura, donde las hembras depositan entre 30 y 90 huevos. No se alejarán demasiado del nido en los tres meses que viene a durar la incubación. Según la temperatura, las crías serán machos o hembras. Después de la eclosión la hembra transportará a las crías hasta la seguridad del agua.

Pueden permanecer hasta 2 horas debajo del agua ralentizando enormemente el metabolismo.

Rev: febrero-11