Tortuga boba Caretta caretta (Linnaeus, 1758)

El espaldar del caparazón de las hembras de estas tortugas puede superar el metro de longitud y es chato y alargado. Presenta cinco escudos centrales y cinco costales, once o doce marginales, con el supracaudal dividido. El peto es amarillento, con el margen posterior serrado. La cabeza es muy grande, de hasta 25 centímetros de ancho, con dos pares de escudos prefrontales. Las extremidades son planas como remos, con dos uñas cada una.

No pueden retraer la cabeza y las patas dentro del caparazón. Llegan a pesar 200 kilogramos.

La cabeza y la parte superior del caparazón tienen un color que varia desde amarillo-naranja hasta marrón-rojizo, mientras que el plastrón (parte inferior) es típicamente de color amarillo pálido.​ El cuello y los costados son de color marrón en la parte superior y amarillo en los lados y la parte inferior. En los jóvenes el espaldar luce una quilla distintiva en cada escudo central.

Los huevos son depositados en las mismas playas donde nacieron las hembras, por encima de la línea de marea alta. La incubación dura unos 80 días. Los recién nacidos solo miden unos cinco centímetros y no pesan más de 20 gramos. Abandonan el nido por la noche y corren hacia el mar.

Es omnívora y devora cualquier cosa que encuentra, en especial esponjas, moluscos, cuyas conchas tritura con absoluta facilidad con su poderoso pico córneo, y las grandes medusas venenosas, frente a las que parece estar completamente inmunizada.

Se trata de una tortuga marina exclusivamente pelágica, que sólo se aproxima a las playas para efectuar la puesta. Los recién nacidos viven entre sargazos flotantes, mientras que los jóvenes y los adultos lo hacen a lo largo de la plataforma continental. Es la especie cuya distribución llega más al norte de las grandes tortugas marinas. Se han registrado nidos en playas de mares templados, subtropicales y tropicales de todo el mundo (Atlántico, Índico, Pacífico y Mediterráneo).

Rev: febrero-22