Ñandú Rhea americana Mohring, 1752

Este ave prefiere los campos despejados, donde predomina la hierba y hay algunos arbustos, frecuentando las cercanías del agua. Ha sido cazada por su carne y por sus plumas, que eran utilizadas en los plumeros de sacudir el polvo.

Se distribuye por las praderas de América del Sur al este de los Andes, con una presencia poco frecuente. Se mueve en grupos de algunas docenas de individuos. Supera el metro y medio de altura y los 35 kilogramos de peso.

Se alimenta de productos vegetales y todos los pequeños animalillos que consigue atrapar.

El ñandú tiene tres dedos en cada pata, mientras que el avestruz solo tiene dos.

Las diferencias entre los sexos son muy escasas, si acaso, los machos son algo más grandes y su plumaje es más oscuro, aunque resultan difíciles de distinguir. Algunos ejemplares son casi blancos, sin que se trate de individuos albinos. Los polluelos salen del huevo amarillos oscuros con rayas negras a lo largo del cuerpo, pero pronto empiezan a lucir como miniaturas de los adultos.

Varias hembras ponen sus huevos en el mismo nido, que puede llegar a tener más de cincuenta huevos. Los huevos son grandes (hasta 15 x 10 centímetros) de color amarillento, pero con el tiempo se vuelven blanquecinos. La incubación corre a cuenta del macho en exclusiva, y se prolongará entre 35 y 50 días. Todos los pollos nacen con una diferencia de menos de 48 horas. A los pocos días son capaces de andar y siguen a su progenitor, que no les alimenta, pero les enseña con su ejemplo y también los defiende eficazmente de posibles depredadores.

Rev: diciembre-10