Golondrina común Hirundo rustica Linnaeus, 1758

La coloración de las golondrinas comunes es muy característica, con la frente y la garganta rojizas, a veces pardas, y una banda azul oscura; las partes inferiores de color blanco nacarado y las superiores azul metálico muy oscuro, que en vuelo parece negro. Además su aspecto está claramente definido por el ahorquillamiento de su cola debido a la extraordinaria longitud de sus dos plumas rectrices. El pico es corto y las alas fuertes, largas y estrechas. Alcanzan los 20 centímetros de longitud.

La golondrina común es una gran migradora, las que anidan en Europa y Asia pasan el invierno en el África austral y en el sur y sudeste asiático; y en el continente americano, las que anidan en Canadá y Alaska hibernan en Centroamérica y algunas poblaciones alcanzan la Tierra de Fuego.

Los machos llegan a mediados de abril y empiezan a reconstruir el mismo nido del año anterior. Poco tiempo después llegarán las hembras, y se emparejarán con los mismos machos.

Les gusta anidar en graneros y casas de campo, donde cuelgan sus curiosos nidos, hechos de barro mezclado con su propia saliva, tan cerca de algún saledizo o del techo, que es imposible mirar en su interior. Las puestas constan de entre tres y seis huevos amarillentos con manchas jaspeadas, y la incubación dura unos quince días. Los pollos permanecen en el nido unas tres semanas, y después, aunque saben ya volar, se dejan alimentar por sus padres un par de semanas más. Normalmente realizan dos puestas durante cada verano.

Las golondrinas tienen una dieta exclusivamente insectívora y capturan sus presas al vuelo, haciendo gala de una increíble maniobrabilidad.

Rev: agosto-12