Estornino pinto Sturnus vulgaris Linnaeus, 1758

Este migrador llega a Europa en los primeros días de febrero. Es un ave sociable que vive en grupos numerosos, sobre todo en otoño, en que llegan a reunirse todos los bandos de una zona para descansar en el mismo dormidero. Durante la nidificación se aprecia una tendencia a segregarse en parejas, pero no es absoluta.

Miden algo más de 20 centímetros. Son de aspecto negruzco, con un bonito lustre verde bronce o púrpura con pintas blancas, la cola es corta, las alas apuntadas, y el pico largo y muy puntiagudo, que en verano, es de color amarillo con la base de la mandíbula inferior azulada en los machos y rosada en las hembras.

El moteado es más visible en el plumaje invernal, y sobre todo en las hembras.

Se alimentan de semillas y frutos maduros, y pueden suponer un peligro para las viñas y los olivares, aunque también son grandes consumidores de insectos. No le importa picotear los restos de comida, por lo que puede vivir sin problemas en entornos urbanos.

Cría en colonias poco densas. El macho se encarga de la construcción de un nido rudimentario en algún agujero, en nidales artificiales o incluso en el suelo. Después es revestido por la hembra con plumas o musgos. La nidada consta de entre 5 y 9 huevos de color azul pálido, que son incubados durante unos 13 días. Los jóvenes abandonan el nido a las tres semanas de vida.

Son capaces de repetir los sonidos que escuchan a su alrededor e incluso aprenderlos.

Es nativo de Eurasia, pero ha sido introducido en el sur de África, América del Norte, Argentina, Australia y Nueva Zelanda. Su facilidad de adaptación y su sociabilidad lo han incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.

Rev: marzo-11