Berrendo Antilocapra americana Ord, 1815

El berrendo posee unos cuernos únicos, a medio camino entre verdaderos cuernos y las astas de los cérvidos, ya que son huecos pero caducos, y en la actualidad es el único miembro de su familia, aunque en el Pleistoceno eran numerosas especies. Los machos son significativamente más grandes que las hembras y sus cuernos son más grandes y ramificados. Ambos sexos presentan una mata de pelo en la base de los cuernos y una crin de color negro. Los machos alcanzan una longitud de 1,5 metros y una altura de 0,8 con un peso de hasta 60 kilogramos, mientras que las hembras no suelen alcanzar los 45 kilogramos.

La forma del cuerpo recuerda a la de los antílopes, con el lomo más alto que los hombros; las extremidades son delgadas y tienen cuatro dedos, aunque caminan sobre dos. El pelaje es leonado en el lomo, aunque se oscurece en invierno, y se aclara en las partes inferiores, hasta volverse blanco en la cara, la garganta, el vientre, las patas y los glúteos. Presentan bandas de pelo oscuro en el hocico, la frente, el cuello y el dorso de la cola.

Es, sin duda, el mamífero más veloz de América, galopando a una velocidad de 60 kilométros a la hora, y pudiendo superar los 80.

En la época reproductora los machos pelean entre sí golpeándose con la cabeza. La gestación dura unos 230 días y el parto alumbra una o dos crías, a las que la hembra aparta del grupo y esconde entre las hierbas, donde acude para amamantarla regularmente. Las crías se quedan completamente inmóviles ante cualquier situación que pueda suponer un peligro.

El berrendo vive en las regiones áridas y subdesérticas del oeste de Norteamérica, desde el sur de Canadá, a través del oeste de los Estados Unidos, hasta el norte de México (Baja California, Sonora, Chihuahua e Hidalgo), donde forma rebaños más o menos numerosos de hembras, crías y machos jóvenes. Los machos adultos suelen ser solitarios.

Rev: abril-16