Barnacla de cuello rojo Branta ruficollis

La barnacla de cuello rojo anida al norte de Asia, en algunas penínsulas de Siberia. Se traslada hacia el sur para invernar, visitando las regiones próximas a los mares Caspio y Negro, llegando hasta Egipto y la India cuando su población se vuelve muy numerosa.

Tienen la mayor parte de la cabeza de color negro, con dos manchas blancas pequeñas entre los ojos y el pico y otras dos más grandes en los parietales de color castaño rojizo bordeadeas de blanco. La banda blanca se extiende hacia abajo delimitando también la gran mancha castaña que cubre la parte delantera del cuello y la parte superior del pecho.

El resto del plumaje es negro, con dos amplias bandas blancas en los costados, que son muy llamativas cuando el ave está en reposo. La región abdominal es blanca y las patas negras.

Las hembras lucen la misma librea que los machos, pero son sensiblemente más pequeñas.

Los jóvenes son más claros tienen las manchas castañas más difusas y apagadas; en ellos, el pico y las patas son grisáceos.

Se alimentan esencialmente de productos vegetales, tanto de hierbas en las orillas como de plantas acuáticas. En invierno tienen tendencia a buscar granos y tubérculos.

Los nidos son excavaciones en el suelo poco profundas con algo de materia vegetal en el fondo. La nidada consta de seis o siete huevos, que son incubados durante un periodo de unos veinticinco días, entre los meses de junio y julio. Los pollos acaban de emplumar en 35 o 40 días, y alcanzan la madurez sexual a los 3 o 4 años.

Una de las particularidades de la barnacla de cuello rojo reside en el lugar de emplazamiento del nido, pues para proteger los huevos y las crías, lo localizan lo más cerca posible del nido de algún ave de presa, en especial del búho nival, o de una gran gaviota, de manera que son éstos los que se encargan de espantar a los posibles depredadores.

Rev: abril-07