Ratón doméstico Mus musculus Linnaeus, 1758

El ratón abunda especialmente en los lugares cálidos y secos de la Europa meridional, aunque existe en prácticamente todas las regiones del globo y en los ambientes más variados. Habita siempre cerca de los seres humanos, con los que mantiene una relación de comensalismo.

Los adultos pesan entre 12 y 40 gramos, y miden entre 15 y 20 centímetros, incluyendo la larga cola que es tan larga como el cuerpo y la cabeza. El pelaje es corto, de tonos grises que se aclaran en la región ventral, y escasea en la cola y en las orejas. En el hocico presenta unas largas vibrisas sensibles al tacto.

Pueden erguirse sobre las patas traseras para orientarse, comer o pelear. Corren con la cola horizontal y son buenos saltadores, escaladores y nadadores.

Son activos durante el crepúsculo y la noche, y se alimentan principalmente de productos vegetales, aunque también pueden comer pequeños animales y productos lácteos.

Las colonias de ratones, que constan de numerosísimos individuos, desprenden un olor acre muy desagradable. Sólo el macho dominante del grupo tiene derecho a aparearse con las hembras, y debe mantener su hegemonía con continuas peleas que, en muchas ocasiones, terminan con la muerte de uno de los contendientes.

Los ratones son muy prolíficos, cada camada consta de hasta quince crías, que alcanzan la madurez sexual alrededor del mes. En buenas condiciones de disponibilidad de alimento las colonias crecen en proporciones geométricas.

Es el mamífero más utilizado en experimentos de laboratorio.

Rev: marzo-10