Lirón careto Eliomys quercinus Linnaeus, 1766

El lirón careto es más pequeño que el lirón común con una longitud corporal de entre 10 y 17 centímetros, a los que hay que sumar entre 9 y 13 de la cola, terminada en un pincel de pelos blancos y negros. Es de complexión rechoncha y el pelaje es pardo rojizo en el lomo y blanco en la parte inferior. En la cabeza, las orejas son prominentes y presenta dos manchas negras desde los ojos hacia atrás, que configuran un antifaz. Las manos tienen cinco dedos con fuertes uñas.

Tiene hábitos nocturnos y se encuentra tanto en el suelo como en los árboles. Se alimenta principalmente de productos vegetales: cereales, frutos secos, bayas...; pero también incluye en su dieta pequeños invertebrados. Al final del verano y en otoño, la dieta se compone casi exclusivamente de frutos secos, para acumular grasas para el letargo invernal, que dura desde mitad del invierno hasta bien entrada la primavera, y que pasará en un refugio cubierto de pelo o plumas en el interior de un tronco hueco. En inviernos especialmente secos y calurosos, el lirón careto también puede aletargarse.

Vive en parejas, y cuando se encuentran dos machos, la pelea subsiguiente puede terminar trágicamente para uno de los contendientes. Se reproducen dos veces por temporada. La primera a principios del verano, suele tener 4 o 5 crías y la gestación dura unas tres semanas o algún día más. La segunda camada suele tener más crías. La lactancia de los pequeños dura apenas un mes y luego se independizan. Su longevidad media se estima en tres años, aunque pueden alcanzar los siete.

Vive en zonas boscosas de tipo mediterráneo, caducifolio y de coníferas, dehesas y encinares, etc. Se Puede encontrar por gran parte de Europa, desde la Península Ibérica hasta los Urales.

Rev: junio-13