Equidna común Tachyglossus aculeatus (Shaw, 1792)

El equidna australiano o común tiene un hocico en forma de trompa, con los orificios nasales en el extremo, las patas muy cortas, con cinco dedos y armadas de enormes garras, su lengua es pegajosa y filiforme, y puede proyectarla unos veinte centímetros fuera de su boca, que carece de dientes y apenas si puede abrirse. Los ojos son pequeños y dirigidos hacia adelante. El cuello no se aprecia y parece que la cabeza se fusiona al cuerpo. No tienen pabellones auriculares. El cuerpo está comprimido dorsoventralmente, y arqueado.

Miden entre 20 y 50 centímetros de longitud y pesan entre 2 y 6 kilogramos. Entre el pelaje pardo de su dorso asoman unas gruesas y largas espinas anaranjadas o amarillentas.

Se alimenta de hormigas y termitas que atrapa con su lengua pegajosa. Ocasionalmente puede derruir parcialmente los termiteros con su uñas.

Por si todas estas particularidades no fueran suficientes, este mamífero pone huevos. Después de una gestación que varía entre 9 y 27 días, la hembra, desde la cloaca, deposita directamente un único huevo en el marsupio ventral transitorio. La cáscara del huevo es correosa y flexible, y la cría, para salir de él unos 10 días después, tendrá que emplear los dientes de leche.

Las crías permanecen en el marsupio duante unos dos meses lamiendo la leche que resbala por los pelos de la madre, pues no tienen mamas. Posteriormente siguen siendo amamantados fuera del marsupio, que desaparece. Alcanzan la independencia alrededor de un año después de su nacimiento.

Es un animal solitario y huidizo que al sentirse amenazado se enrosca sobre sí mismo, o se entierra exponiendo el dorso cubierto de púas como defensa.

Vive en prácticamente toda Australia, Tasmania y en Nueva Guinea.

Rev: febrero-13