Ruiseñor bastardo Cettia cetti (Temminck, 1820)

Estos pequeños pájaros se dejan oír con facilidad en el interior de la maleza lindante con las orillas de ríos y lagos, pero son muy difíciles de ver. Cantan tanto en verano como en invierno, aunque son mucho más insistentes en primavera. Rara vez se les encuentra en terreno despejado, aunque caminan con gran rapidez y trepan por los árboles con destreza, con la cola ligeramente inclinada hacia abajo.

Mide unos 15 centímetros de tamaño y cerca de 20 de envergadura alar. La mayor longitud del ala del macho es un carácter distintivo del sexo.

Su coloración es uniformemente parda castaña por arriba, con listas superciliares blancuzcas, al igual que las partes inferiores. Las alas y la cola son redondeadas y ésta presenta sólo 10 rectrices, y las patas de color rosáceo. El pico es fino con la mandíbula superior grisácea y la inferior de color castaño. El interior de la boca es amarillento.

Se alimenta en especial de diversos invertebrados, completando su dieta cuando éstos escasean con semillas y pequeños frutos silvestres.

La hembra es la encargada tanto de construir un nido en forma de taza en un arbusto o en el suelo, con hierbas y hojas secas, forrado de raicillas y pelo, como de la incubación y la alimentación de los pollos. Las puestas tienen 4-5 huevos de color pardo que puede ser bastante vivo. La incubación dura 12-17 días.

Se distribuye por el sur de Europa, el norte de África, Oriente próximo y la parte de Asia hasta Afganistán. Es una especie sedentaria, aunque en invierno pueden presentar una cierta movilidad para evitar los fríos extremos.

Su población se estima entre 5 y 20 millones de ejemplares, por lo que su estado de conservación es de "preocupación menor".

Rev: febrero-14