Tortuga de hocico de cerdo Carettochelys insculpta

Lo más característico de esta extraordinaria tortuga es su largo hocico de forma cilíndrica, con los orificios nasales tubulares, que le permiten repirar en la superficie sin tener que sacar el resto de la cabeza del agua. Para propulsarse en el agua utiliza las extremidades anteriores, que están conformadas como verdaderas aletas.

El caparazón no tiene escudos córneos, sino que está recubierto de una dura piel coriácea.

Puede superar los sesenta centímetros de longitud de caparazón y los veinte kilogramos de peso.

Sólo se encuentra en la isla de Nueva Guinea y en el norte de Australia, en ríos, lagos, pantanos y pozas de más de tres metros de profundidad. También tolera las aguas salobres de los estuarios.

Aunque prefiere las hojas, las flores o los frutos de los árboles cercanos a su hábitat acuático, como el pandanus o el higo, también devora diversos invertebrados.

Sus poblaciones se han visto mermadas por la demanda internacional de mascotas exóticas.