Geco tokay Gekko gecko

Este precioso reptil alcanza los 30 centímetros de tamaño, contando su larga cola, que presenta anillos alternos blancos y negros, y está cubierta de escamas lisas.

La coloración general es muy variable, grisácea, verdosa o azulada, y además depende de las condiciones ambientales y del estado de ánimo del animal. Presentan numerosos puntos de color rojizo o anaranjado, y otros azules que constituyen líneas longitudinales.

Los juveniles son más oscuros y tienen menos manchas.

Tiene un aspecto robusto, con una cabeza ancha y pesada. Las escamas del dorso y de los laterales presentan numerosas rugosidades. La boca tiene entre 12 y 14 placas labiales superiores y entre 10 y 12 inferiores. Los ojos son grandes y ligeramente saltones, su coloración varía del verde amarillento al naranja, y tienen una curiosa pupila hendida en vertical, que tiene los bordes aserrados. El tímpano es bien patente detrás de cada ojo.

Los dedos están provistos de fuertes uñas y de láminillas adhesivas que les permiten incluso trepar por superificies de cristal.

Cuando es molestado, abre desmesuradamente su boca y emite un gruñido de advertencia, si se le ignora, saltará sobre su adversario y le infligirá un fuerte mordisco. Son de hábitos nocturnos o crepusculares, y se muestran muy territoriales, sobre todo los machos entre sí.

Se alimentan de casi cualquier insecto que puedan atrapar, aunque también pueden ingerir pequeños vertebrados.

Su nombre común proviene de la vocalización que emiten los machos, sobre todo durante el crepúsculo y la noche, y que suena algo así como "to-kay", y que es motivo de ciertas creencias entre los habitantes de sus zonas de origen, aunque la prosaica verdad es que las realiza el macho para atraer a las hembras.

La hembra realiza puestas de dos huevos adhesivos y de cáscara dura, en lugares bien protegidos, como grietas de rocas, huecos de los árboles en incluso en las viviendas de los seres humanos. La eclosión tendrá lugar unos cuatro meses después, y las crías miden entonces casi 10 centímetros.

Son originarios del sudeste de Asia, desde el Pakistán oriental y el sur de China, hasta la Península de Malaca y las islas de Sonda. En Florida, ejemplares fugados se han adaptado perfectamente a su nuevo hábitat.

Rev: abril-06