Gusano cabezudo Capnodis tenebrionis (Linnaeus, 1758)

El gusano cabezudo es un escarabajo muy perjudicial para los árboles frutales de la cuenca Mediterránea: albaricoquero, almendro, melocotonero, ciruelo...

Miden hasta 2,5 centímetros de tamaño, y son prácticamente negros con algunas motas blanquecinas y con el pronoto de fondo blanco sucio con relieve negro, más evidentes en el escudo cervical. Sus élitros son muy resistentes y de aspecto coriáceo.

Probablemente producen dos generaciones al año, una a principios de la primavera y otra a finales del verano. Estos últimos deberán pasar el invierno antes de alcanzar su madurez sexual.

Las hembras ponen unos 300 huevos en la base de varios árboles frutales. Los huevos son blanquecinos y blandos, aunque se endurecen en contacto con el aire. El tiempo de incubación depende de la temperatura: a unos 20 grados centígrados las larvas eclosionan en unos 30 días, mientras que si la temperatura sube a 35 grados, lo hacen en sólo 7 días.

Las larvas son de color blanco, con el protórax muy grueso, lo que les hace parecer "cabezudos", y alcanzan los 6 centímetros de longitud tras uno o dos años devorando las raíces principales de los árboles, dejándolos muertos o en muy mal estado. Los adultos comen hojas, yemas y brotes y también pueden debilitar así a los árboles.

Pupan dentro de las raíces, cerca del cuello del árbol.

La protección que parece más efectiva consiste en rodear la base del frutal con una malla geotextil que impida la penetración de las larvas en el subsuelo.

Se extiende por el área mediterránea, aunque está alcanzando áreas más continentales.

Rev: diciembre-16