Araña jacobea mediterránea Larinioides suspicax Pickard-Cambridge, 1876

El dimorfismo sexual está muy marcado, siendo las hembras mucho mayores que los machos, 11 milímetros por apenas 6, y más coloridas. Presentan el prosoma cubierto dorsalmente de una densa pubescencia blanca sobre un tegumento de color castaño. Por la región ventral, el opistoma es negro con una mancha blanca a cada lado en forma de coma.

Al anochecer tejen redes orbiculares. en disposición sub-vertical, de pocos radios, una espiral adhesiva formada por fibras muy separadas y con un refugio sedoso. Suelen permanecer en él a la espera de que caigan sus presas en la red, pero también les sirve para guarecer su capullo de huevos. Después de la eclosión, las diminutas arañas permanecen juntas y sin alimentarse hasta una primera muda, entonces se dispersan, y pasan el invierno en forma juvenil.

Algunas de estas arañas completan una generación en menos de medio año, mientras que otras se desarrollan mucho más lentamente, incluso de huevos procedentes del mismo paquete. Las hembras que maduran deprisa, consiguen menor tamaño de adultos, tienen una vida más corta, y aunque realizan las mismas puestas, los capullos son más ligeros y contienen menos huevos que los de las arañas que se desarrollan más despacio.

Son propias de las riberas mediterráneas, en especial en el Norte de África y frecuente en humedales de la península Ibérica.

Rev: abril-13