Gran gallo de las praderas Tympanuchus cupido

Esta especie fue muy abundante en toda Norteamérica, pero en la actualidad se ha vuelto extremadamente rara e incluso se ha extinguido en gran parte de su área de distribución primigenia por la pérdida del hábitat adecuado.

Los adultos de ambos sexos tienen un tamaño mediano, son de constitución fuerte y tienen las alas redondeadas. La cola es corta, redondeada y de color oscuro.

Los machos tienen una zona amarillo naranja sobre el ojo, largas plumas oscuras en la cabeza que pueden ser levantadas a voluntad o quedar lacias sobre el cuello, y un gran parche circular desnudo, también amarillo naranja, que puede ser inflado para completar la exhibición del animal.

Las hembras tienen las plumas largas sobre la cabeza, si bien son más cortas, y carecen de las marcas naranjas.

Prefieren las praderas herbáceas, aunque pueden también encontrarse en zonas mixtas cultivadas. Se alimentan básicamente de semillas y frutos, pero durante el verano también se incluyen en su dieta insectos y partes verdes de las plantas.

No se ven perturbados por las grandes nevadas del invierno. Sin embargo, sí afectan a los pollos las fuertes lluvias primaverales y, sobre todo, las sequías. Con todo, el mayor peligro es la conversión del hábitat en zonas de cultivo que realiza el hombre.

El ritual de cortejo de los machos es espectacular. Inflan los sacos naranjas del cuello, erizan las largas plumas de la nuca y hacen vibrar sus colas. Todo esto ocurre en un "ruedo" despejado, que cada macho defiende de sus rivales. Después del apareamiento, las hembras se alejan y empiezan la construcción del nido.

Las puestas tienen entre 5 y 17 huevos que tardan unos 24 días en eclosionar. Los pollos son atendidos por la hembra unos tres meses, aunque están completamente emplumados desde el primer mes.

Rev: mayo-07