Pitón de Seba Python sebae Gmelin, 1788

La pitón de Seba es la más grande de las serpientes africanas, con más de 9 metros de longitud y 100 kilogramos de peso en los ejemplares más grandes.

Tiene una cabeza muy robusta con una mancha oscura en forma de flecha. El cuerpo presenta manchas marrones bordeadas de negro sobre un fondo ocre. El aspecto es viscoso, pero el tacto es seco y suave.

Se alimenta preferentemente de mamíferos y aves. Su mordedura carece de veneno y mata a sus presas por constricción, asfixiándolas con el poderoso abrazo de sus anillos. Tras la ingestión de una presa de gran tamaño, la pitón de Seba puede estar cerca de un año sin tener que comer. Traga las presas enteras, pudiendo abrir enormemente la boca, pues sus mandíbulas están unidas por ligamentos muy flexibles.

Para poner los huevos la hembra busca una madriguera desocupada de algún animal, o el hueco de un árbol. La puesta puede contener más de 100 huevos casi del tamaño de una pelota de tenis, y la hembra se queda enrollada a su alrededor para protegerla durante los dos o tres meses que tardarán en eclosionar. Los jóvenes miden unos 60 centímetros cuando nacen y sus colores son más brillantes que los de los adultos.

Vive en la sabana africana, donde encuentra plantas altas para agazaparse y árboles donde trepar, en general cerca de cursos de agua y en los márgenes de los bosques.

En la actualidad la especie se considera vulnerable, por la caza para fabricar marroquinerías con su piel y por la destrucción del hábitat.

Su nombre de especie se le puso en homenaje a Albertus Seba (1665-1736).

Rev: mayo-07