Lamprea marina Petromyzon marinus Linnaeus, 1758

La lamprea marina presenta un cuerpo alargado, serpentiforme, con la piel lisa sin escamas y que carece de aletas pares. Sin embargo, lo más impresionante es su boca, que carece de mandíbulas y consiste en una estructura redondeada recubierta de varios círculos concéntricos de dientes pequeños y cónicos.

Tiene una abertura nasal simple en posición dorsal y los ojos pequeños; detrás de ellos aparecen alineadas longitudinalmente las siete aberturas branquiales que son redondas y no tienen ninguna protección.

Puede alcanzar 1,20 metros de longitud y los 2,5 kilogramos de peso. Es de color marrón amarillento con manchas dorsales más oscuras y más claro por la región ventral.

La lamprea marina es hematófaga: se alimenta de la sangre de sus víctimas; se adhiere a ellas, normalmente peces o mamíferos, con su boca y les chupa la sangre de la herida producida con los dientes, mientras que su saliva impide la coagulación de la herida.

Las lampreas se reproducen en los ríos, donde vivirán las larvas durante unos cinco años, alimentándose de microorganismos y detritus, antes de regresar al mar. Después de la reproducción mueren.

Aparece en ambas costas del Atlántico Norte. En Europa, desde Noruega hasta el norte de África y en la región occidental del Mediterráneo. En América, desde la península de Labrador en Canadá hasta el Golfo de México.

Rev: febrero-08