Termita guerrera Macrotermes bellicosus Sieber & Darlington, 1982

La termita guerrera construye enormes termiteros con grandes estructuras externas que sirven para mantener la temperatura y la humedad del interior, llegando a alcanzar los 9 metros de altura. Las "chimeneas" bien desarrolladas pueden ser colonizadas por diversas plantas.

Debajo de estas estructuras está el nido propiamente dicho, del que parten multitud de canales hasta los puntos de aprovisionamiento, que pueden ocupar un área de unos cien metros a la redonda.

Para digerir la celulosa "cultivan" diversos hongos sobre la madera, que la digieren hasta que puede ser utilizada por las termitas.

Sus colonias son enormes y sus pobladoras se clasifican en tres castas: trabajadoras, soldados y reproductores.

Las trabajadoras son las más pequeñas y numerosas. Son ciegas, sin alas y sexualmente inmaduras, y realizan todos los trabajos de aprovisionamiento y mantenimiento de la colonia.

Los soldados son bastante más grandes y están dotados de unas mandíbulas tan descomunales que no pueden alimentarse por sí solos y deben hacerlo las trabajadoras. Su misión es proteger a la colonia del ataque de cualquier animal.

Los reproductores son alados y su única misión es la procreación de individuos para la colonia. La reina, con el abdomen hinchado por los huevos, puede alcanzar los 6 centímetros de tamaño. Poco antes de la estación de lluvias o en sus comienzos, los jóvenes reproductores dejarán la colonia y emprenderán su vuelo nupcial y comenzarán una nueva colonia.

Estos pequeños insectos tienen gran importancia en sus ecosistemas por su labor de descomposición de la madera.

Rev: diciembre-08