Garrapata común Ixodes ricinus Linnaeus, 1758

La garrapata común se alimenta de sangre durante todas las fases de su vida. Presentan en el dorso un engrosamiento de la cutícula en forma de escudo y la piezas bucales en el extremo anterior. Son de color rojizo oscuro.

La boca tiene estructuras altamente especializadas, tanto para cortar la piel del hospedador, como para sujetarse al mismo. La picadura de la garrapata no produce dolor ni picor, por lo que puede permanecer durante días en la piel sin que su presencia sea advertida.

El cuerpo de las hembras es especialmente flexible y pueden llegar a incrementar su masa corporal aproximadamente 100 veces.

Necesita un alto nivel de humedad ambiental y parasita preferentemente mamíferos de gran talla, a los que puede transmitir diversos gérmenes como las espiroquetas Borrelia, causantes de la enfermedad de Lyme, entre otras.

Las hembras depositan entre 2000 y 3000 huevos en áreas de vegetación abundante. Las larvas son muy pequeñas y tienen tres pares de patas. Se mueven entre la hierba y cuando consiguen fijarse a un hospedador se alimentan y se dejan caer al suelo para mudar por primera vez. La nueva ninfa tiene cuatro pares de patas y busca un nuevo hospedador y después de alimentarse se dejar caer al suelo para realizar una segunda muda. La garrapata adulta se fija a un nuevo hospedador y se alimenta copiosamente; sobre el hospedador tiene lugar la fecundación y después se vuelve a dejar caer para poner los huevos.

Rev: junio-09