Delfín mular Tursiops truncatus Montagú, 1821

Este delfín mide entre dos y cuatro metros de longitud y su peso oscila entre 130 y 400 kilogramos, siendo los machos ligeramente más grandes y considerablemente más pesados que las hembras. El color de la parte dorsal puede variar mucho, incluso en función de la incidencia de la luz; por debajo, el delfín mular es blanco con tonalidades rosadas.

Muchos ejemplares ocupan las aguas costeras y penetran con frecuencia en los ríos a través de los grandes estuarios. Otros individuos viven en aguas más abiertas y oceánicas.

Se desplazan con movimientos ondulatorios de su poderosa cola, utilizando las aletas pectorales a modo de timones para controlar la dirección. Estas aletas conservan huesos completamente homólogos a los de los miembros anteriores de los mamíferos terrestres.

Tienen numerosos dientes tanto en la mandíbula superior como en la inferior, pero no son utilizados para masticar. Sujetan y tragan su alimento entero. Su dieta es muy variada e incluye numerosas especies de peces e invertebrados de las zonas litorales y sublitorales.

Las crías nacen en verano, tras doce meses de gestación, con cerca de un metro de longitud y entre 10 y 15 kilogramos de peso. La pigmentación es muy diversa, variando del color plateado con motas hasta casi completamente negros. El pequeño delfín es amamantado durante 20 meses.

El delfín mular tiene un comportamiento muy gregario, aunque en ocasiones, determinados ejemplares se separan del resto y nadan solitarios. Se comunicación mediante movimientos corporales y con más de una treintena de sonidos distinguibles.

Para situarse y localizar las presas, emiten continuamente sonidos de alta frecuencia, y recogen su reflejo sobre los objetos del entorno.

Rev: noviembre-10