Perro Canis familiaris Linnaeus, 1758

El perro es un carnívoro poco especializado, como indica su dentición omnívora. Destaca por su finísimo olfato.

Debido a su relación con el hombre, el perro se ha extendido por todo el planeta, y lo acompaña en todos los hábitats en que áquel se desenvuelve, desde las selvas ecuatoriales hasta los polos. Originalmente procede de las áreas continentales del hemisferio norte.

Dependiendo de la raza, existe una gran variedad en la forma y en el tamaño: el peso de un perro adulto oscila entre menos de un kilogramos y los 70. Estas diferencias se deben a la cría selectiva a lo largo de milenios para mejorar diversas capacidades: el cuidado del ganado, la caza, la guardia, el arrastre, o la simple compañía.

Cuando se les permite formar pequeñas manadas, su comportamiento es similar al de sus ancestros, los lobos. Hay un macho dominante que lucha con los demás por la supremacía jerárquica. La lucha termina cuando el animal vencido adopta una posición sumisa tumbado sobre su espalda. Estos animales se comunican por medio de sustancias químicas, de vocalizaciones, de contactos y, como hemos visto, con un amplio repertorio de lenguaje corporal.

El número de cachorros por camada oscila entre seis y diez, y la gestación dura nueve semanas. Pueden reproducirse con un intervalo de unos seis meses, y las hembras son sexualmente maduras entre los seis y los doce meses de edad. Las hembras cuidan a sus cachorros hasta las 8 o 10 semanas de edad. Aunque su longevidad depende de muchos factores, los animales bien cuidados pueden superar los 12 años de edad.

Además de todos los beneficios que los perros pueden proporcionar a sus amos, debemos saber que existen numerosos parásitos que pueden infectar a los perros y comunicarse a los humanos, y también se han dado casos de ataques, que tratándose de perros grandes, pueden resultar peligrosos.

Rev: abril-10