Rinoceronte blanco Ceratotherium simum Burchell, 1817

El rinoceronte blanco es el mamífero terrestre más grande después del elefante, puede superar los 4 metros de longitud y los 1,85 metros de altura en los hombros.

Habita las sabanas africanas, donde pasta la hierba con su hocico ancho y plano. Su olfato y su oído son muy finos, pero su vista es muy deficiente.

Es un animal muy poco sociable y, a veces, agresivo. Su poderosa cabeza armada con dos potentes cuernos, es un arma terrible en las peleas que sostienen los machos por las hembras. Están formados por queratina y crecen unos 7 centímetros al año. En caso de rotura pueden llegar a regenerarse.

No parecen tener una época específica de celo, de manera que los partos pueden producirse en cualquier época del año. El parto es único, y la hembra no volverá a reproducirse hasta pasados 4 o 5 años, cuando la cría anterior ya haya madurado.

Se encuentra en peligro de extinción por culpa de la caza furtiva, que se agrava debido a su lento ritmo reproductivo. Los cazadores pretenden conseguir únicamente sus cuernos, que tienen diversos poderes, según la medicina tradicional africana.

En la actualidad se estiman en menos de 5000 los ejemplares de estos formidables animales.

Son de color gris, pero su nombre no se debe a esto sino a una curiosa equivocación: en el siglo XVII, cuando los primeros colonos holandeses llegaron a Sudáfrica, llamaron a este animal "wijde", que significa "ancho", en referencia a su labio recto y ancho; pero los británicos, que se establecieron en Ciudad de El Cabo a partir del año 1806, creyeron erróneamente que lo que los holandeses decían era "white" ("blanco"), palabra de pronunciación similar.

Rev: febrero-11