Pececillo de plata Lepisma saccharina

Este insecto presenta un aspecto inconfundible, debido a sus tres apéndices abdominales (un filamento caudal, que es el décimo segmento abdominal, y dos cercos), a sus largas antenas y, sobre todo, a las finas y plateadas escamillas de su cuerpo que le dan el nombre vulgar. Mide entre 7 y 11 milímetros.

Los pececillos de plata no copulan, sino que el macho produce un espermatóforo que adhiere colgante a un hilo tensado que tiende desde algún objeto vertical. Conduce a la hembra mediante maniobras de cortejo a tropezar con el espermatóforo. La hembra lo recoge con sus cercos y lo lleva hasta la abertura genital, donde lo introduce y se produce la fecundación.

Las hembras ponen sólo unos 100 huevos a lo largo de toda su vida, y los adultos aparecerán unos seis meses después, si las condiciones son favorables, aunque a veces el desarrollo necesita de hasta tres años para completarse. Mudan aproximadamente ocho veces a lo largo de la vida, en la tercera muda es cuando adquieren las escamillas plateadas, siendo anteriormente de color blanquecino.

Se alimenta de sustancias orgánicas, dulces especialmente: almidón u otros polisacáridos como la dextrina de los adhesivos empleados en la encuadernación de libros o la gelatina de las fotografías; también azúcar, cabellos, suciedad, fibras de algodón, lino o seda, incluida seda artificial, e incluso insectos muertos o su propia piel mudada (exuvia).

En función de sus hábitos alimenticios, se ha hecho un habitante habitual de nuestros hogares, sobre todo en lugares húmedos y sombríos, ya que presenta una fuerte fototaxia negativa (huye de la luz). Aunque es considerado un parásito, el daño que puede causar es insignificante.

El peor enemigo del pececillo de plata es la tijereta.

Rev: octubre-06