Camello Camelus bactrianus Linnaeus, 1758

El camello, que se distingue del dromedario por que tiene dos jorobas, se supone que es originario de "Bactriana", nombre con que los griegos conocían a la región situada entre la cordillera del Hindu Kush y el río Amu Daria. En la actualidad puede encontrarse todavía en estado salvaje en algunos desiertos de Mongolia y China, aunque la especie está en peligro de extinción.

El camello es de menor tamaño que el dromedario, con unos 180 centímetros de altura en la cruz, aunque más robusto, alcanzando los machos un peso de 1000 kilogramos, mientras que las hembras, que son más pequeñas, rara vez superan los 600. Su coloración es pardo oscuro, pudiendo llegar a negra.

El camello aguanta los climas más rigurosos: las noche de los inviernos fríos y ventosos de los vastos desiertos asiáticos con temperaturas bajo cero, y los 60 grados que se llegan a alcanzar en verano.

Aunque debió de ser domesticado antes del 2500 a.C., el camello tiene un carácter muy difícil y no es nada sencillo conseguir dominarlo cuando se niega a obedecer. Sin embargo, tiene un formidable aguante físico, pudiendo recorrer jornadas de 50 kilómetros con cargas de más de 400 kilogramos de peso. También pueden estar largos periodos de tiempo sin comer ni beber gracias a la grasa que almacenan en sus jorobas.

Rev: mayo-09