Mariposa de la seda Bombyx mori Linnaeus, 1758

Aunque no es la única mariposa que teje con hilos de seda, si que es la más extendida, ya que ha sido utilizada por el hombre desde el tercer milenio antes de Cristo.

Los huevos tienen entre 1 y 1,5 milímetros de largo y están protegidos por una membrana de quitina, que va virando su color del amarillo claro a violáceo antes de la eclosión. La incubación dura unos quince días, aunque en climas fríos no eclosionan hasta la primavera.

El gusano se alimenta exclusivamente de hojas de morera. Pasa por cuatro mudas en poco más de un mes, y cuando alcanza su desarrollo total, mide unos 8 centímetros y sus 12 segmentos se aprecian con claridad. El color ha cambiado del gris oscuro a blanco generalmente con marcas oscuras transversales entre los anillos. Entonces deja de alimentarse y empieza a confeccionar el capullo, en cuyo interior se llevará a cabo la metamorfosis en crisálida.

La oruga presenta dos glándulas productoras de seda, que desembocan en una "hilera" situada en el undécimo anillo. La seda es líquida y se solidifica al contacto con el aire. La oruga va girando sobre sí misma formando una envoltura ovalada con un único hilo de seda que mide desde 300 a 1500 metros. El capullo puede tener colores muy variados: blanco, azul, rojo, verde, marrón, amarillo o naranja.

La fase de pupa dura unos veinte días, tras los cuales surgen los imagos, que tienen una pervivencia de entre 3 y 7 días durante los cuales no se alimentan. Los machos son de menor tamaño, con el abdomen mucho menos grueso y las alas más grandes, aunque no suelen volar. Después de la cópula, la hembra deposita los huevos adhiriéndolos al sustrato con un potente adhesivo y poco después muere.

(Se puede ver un esquema de la metamorfosis de la mariposa de la seda en la descripción del taxón Holometabola.)

Rev: mayo-12