Tigre Panthera tigris Linnaeus, 1758

El tigre se encuentra por toda Asia, desde Turquía hasta Indochina, llegando por el norte hasta Siberia y por el sur hasta las islas de la Sonda. A pesar de la amplitud de su distribución, la especie empieza a escasear, debido a la caza implacable y la demolición de su hábitat natural.

El tigre siberiano (P. t. altaica) es el más grande de los Félidos actuales, con un cuerpo de casi tres metros de longitud, sin contar la cola, y un peso superior a los 300 kilogramos. El tigre de Bengala (P. t. tigris) es la subespecie más abundante, constituyendo el 80% de los efectivos totales. Las hembras son siempre más pequeñas que los machos.

El patrón característico del tigre es el fondo de color naranja con franjas verticales negras. Aunque la tonalidad de estos colores puede variar mucho, desde tigres casi totalmente negros al tigre blanco, en ningún caso puede ser confundido con otro animal. La distribución de las rayas es única para cada individuo. Curiosamente, el patrón de rayas no corresponde solo al pelaje sino que está presente en la propia piel.

El tigre muestra hábitos nocturnos y crepusculares. Es un nadador excelente que gusta del agua más que otros miembros de su familia.

Armado de poderosos colmillos y colosales garras, el tigre ataca a todos los animales que encuentra cuando va de caza, sin importarle el tamaño, sólo se detiene ante los poderosos elefantes adultos. Muestra preferencia por los grandes herbívoros, que le proporcionan alimento para varios días.

Una vez abatida la presa, el tigre muerde la parte posterior del cuello, rompiendo la médula espinal. Puede dar saltos de hasta cinco metros de altura y 10 de longitud.

Cuando un tigre mata a un ser humano, se convierte en un "comedor de hombres", simplemente porque el hombre es muy abundante en toda su área de distribución y es, en general, una presa fácil.

Los tigres son animales solitarios que mantienen enormes territorios que marcan con orina y que sólo se buscan para reproducirse. Tras una gestación de unos tres meses y medio, las hembras parirán a las crías, entre dos y cuatro, de menos de un kilogramo de peso, y las atenderán solas. A los dos meses, las crías salen de la guarida y acompañan a la madre en sus merodeos, hasta los dos años y medio en que se independizan.

Rev: septiembre-11