Tortuga gigante de Aldabra Aldabrachelys elephantina Duméril & Bibron, 1835

Estas tortugas son, junto con las tortugas gigantes de las islas Galápagos, los últimos supervivientes de muchas especies de tortugas gigantes que poblaron prácticamente toda la Tierra en periodos geológicos remotos.

Aunque ambas proceden de distintos linajes evolutivos, presentan convergencias significativas en la estructura del caparazón, cuyos huesos engloban pequeñas cámaras de aire que reducen el peso del mismo de forma sensible.

De esta manera, los machos de la tortuga gigante de Aldabra pueden superar los 130 centímetros de longitud del plastrón, y pesar unos 250 kilogramos, mientras que las hembras no suelen superar los 150. El caparazón en forma de cúpula es gris oscuro o negro. Las extremidades muy robustas y el cuello extraordinariamente largo, lo que le permite ramonear las ramas bajas de los árboles.

Pueden vivir más de 100 años. Se alimentan de productos vegetales: hierbas, hojas y tallos leñosos, aunque ocasionalmente ingiere invertebrados y carroña.

El apareamiento se produce entre febrero y mayo. La hembra pone entre 10 y 25 huevos con una elevada tasa de infertilidad cercana al 60%. La incubación dura 8 meses. La eclosión se produce entre octubre y noviembre.

Actualmente, el número de ejemplares de esta especie está estabilizado, sin embargo, es considerada una especie vulnerable debido al aislamiento de las poblaciones.

Rev: junio-09