Abubilla Upupa epops Linnaeus, 1758

La abubilla se caracteriza por la simpática cresta de plumas que puede levantar y plegar a voluntad. El plumaje es pardo rosado, con las alas redondeadas y listadas de blanco y negro, el pico es largo, estrecho y ligeramente curvado hacia abajo, la cola es negra con una ancha franja blanca. Llegan a medir cerca de 30 centímetros de tamaño y casi 50 centímetros de envergadura alar.

El vuelo es muy característico, aleteante e inestable, con cortas ondulaciones y brevísimos planeos.

Se alimenta de insectos que rebusca tanto en el suelo como en las ramas de los árboles, siendo un gran consumidor de procesionaria del pino.

Hacen el nido en agujeros de los troncos, o de los muros. La nidada consta de entre cinco y ocho huevos, normalmente. Durante la incubación, que dura entre 15 y 19 días, el macho alimenta a la hembra, que no abandona el nido para nada, por lo que acaba rodeada de excrementos, lo que unido al olor nauseabundo de un líquido viscoso que segregan por una glándula, y que les sirve para acicalar las plumas, permite localizar fácilmente los nidos por su olor desagradable.

Se distribuyen por Europa, Asia y África. Las que viven más al norte, emigran en verano hacia el sur, mientas que las demás son sedentarias.

Rev: junio-11