Avispa asiática Vespa velutina Lepeletier, 1836

Las reinas de avispa asiática pueden llegar a medir 3,5 centímetros de tamaño y presenta el tórax y el abdomen de color negro, a excepción del cuarto segmento, que es de color amarillo. Las alas son oscuras. Las patas son pardas, con los extremos amarillos. Los machos pueden alcanzar los 3 centímetros y las obreras son más pequeñas (hasta 2,5 centímetros).

Las reinas hibernan en solitario o en pequeños grupos, en cavidades protegidas como grietas en las cortezas de árboles, o de rocas o paredes de piedra, etc. Entre febrero y abril, dependiendo del clima, se activan, buscan un lugar adecuado y comienzan la construcción de un nido masticando fibras de madera y hojas mezclándolo con saliva. Para los nidos eligen principalmente árboles (50%) y abrigos aireados (30%).

Después del nacimiento de la primera generación de obreras, la reina se dedica en exclusiva a la puesta de huevos. Las obreras continúan ampliando el nido, tanto hacia arriba como hacia abajo, de manera que la entrada, que al principio estaba en la parte inferior, suele quedar en un lateral. Tienen unos 6-8 panales y puede medir hasta un metro de diámetro. En el periodo de máxima actividad, entre septiembre y octubre, la colonia puede superar el millar de individuos. Al final del verano se producen los vuelos nupciales, y solo sobrevivirán las nuevas reinas. El viejo nido queda vacío y no se volverá a utilizar.

Es una especie diurna. Los adultos se alimentan principalmente de néctar y de fruta madura (manzanas, ciruelas, uvas...). Cazan diversas especies de insectos para alimentar a las larvas, pero las abejas pueden constituir hasta el 80% de su dieta. Para cazar abejas sobrevuelan la piquera de la colmena y pueden atraparlas al vuelo o sobre el mismo nido, incluso pueden penetrar en el interior.

Su área de distribución original es el sur y sudeste asiático, en zonas de clima subtropical templado. Llegó con el comercio mercante al suroeste francés en el año 2004 y se ha extendido por todo el norte de la península ibérica, desde Gerona hasta Galicia y recientemente (2015) ha aparecido en la isla de Mallorca.

Su picadura no es más peligrosa que la del avispón, pero sí que parecen ser más agresivas, principalmente en defensa de los nidos. En España se han documentado tres muertes por picaduras de este insecto ocurridas en Galicia en 2015, 2017 y 2018.

La especie está incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto.

Rev: noviembre-11