Avispa papelera europea Polistes gallicus Linnaeus, 1761

La avispa papelera europea es, posiblemente, la avispa más abundante en las regiones mediterráneas y, junto con la avispa alemana, una de las más comunes en todo el hemisferio norte.

Son de color negro y amarillo, advirtiendo de su peligrosidad, y se caracterizan por la extraordinaria delgadez de su cintura. Los extremos de las antenas son amarillo anaranjados con la base negra. Poseen un par de fuertes mandíbulas de color amarillo en su base. Las mejillas o genas son de color negro, y el clípeo o escudo situado entre las dos genas es amarillo. El tórax es de color negro con manchas amarillas. El exoesqueleto es liso y brillante, sin ningún tipo de vellosidad. Los machos presentan ojos de color verde claro. Miden entre 1,2 y 1,7 cenímetros y pueden alcanzar los 3 de envergadura alar.

Los machos y las obreras no sobreviven al invierno; sólo lo hacen las reinas que fueron fecundadas durante el otoño, Despiertan del letargo que han pasado normalmente escondidas en resquicios de las construcciones humanas, y comienzan a construir su pequeño nido masticando madera y agua para formar una pasta similar al papel y disponiéndola en células hexagonales una al lado de la otra. El panal se cuelga en un lugar apropiado protegido de la lluvia y suspendido por un estrecho pedúnculo en la parte superior. Cuando está terminado, depositan un huevo en cada celda y la rellenan de polen. De este panal nacen las primeras obreras y a partir de entonces, la única obligación de la reina será la puesta de más y más huevos.

Al final del verano, la hembra realiza una puesta especial de la que surgirán machos y hembras fértiles, que se dispersarán para aparearse y completar el ciclo vital.

Se alimentan de néctar y frutos maduros.

Sólo las hembras tienen aguijón. La picadura de estas avispas es siempre muy dolorosa y, en caso extremos, puede producir graves reacciones alérgicas.

Rev: septiembre-14