Lombriz intestinal grande Ascaris lumbricoides Linnaeus, 1758

Este gusano de forma filiforme, acabado en punta tanto por delante como por detrás, alcanza una longitud de veinte a cuarenta centímetros, con un grosor aproximado de cinco milímetros, siendo la hembra más grande que el macho, éste se diferencia fácilmente por presentar el extremo posterior visiblemente curvado.

En 1922, gracias a un japonés que permitió que se llevaran a cabo los experimentos en su cuerpo, se pudo demostrar el extraordinario ciclo de estos nemátodos.

Ciclo vital de Ascaris lumbricoides.
Fuente: Centers for Disease Control & Prevention

Los adultos viven parásitos en el intestino delgado de las personas. Allí, después del acoplamiento, las hembras ponen gran cantidad de huevos (más de 200.000 por día) que salen al exterior con los excrementos. Los huevos son enormemente resistentes respecto al calor extremo y la desecación, por lo que pueden sobrevivir varios años en ambientes con los niveles adecuados de humedad y temperatura.

Así, en un ambiente oxigenado, aparecen las larvas en dos o tres semanas. Éstas vuelven al intestino a través de verduras abonadas con estiércol contaminado, generalmente.

Una vez en el intestino la larva perfora la pared y penetra en el torrente circulatorio, desde donde alcanza las arterias pulmonares y se abre paso hasta los alveólos, asciende por los bronquios hasta la tráquea, y de allí al espacio faríngeo, donde es tragada de nuevo y alcanza el intestino para completar su desarrollo.

Rev: mayo-10