Pingüino de Humboldt Spheniscus humboldti Meyen, 1834

Este pájaro bobo es propio de las zonas bañadas por la corriente marina de su mismo nombre (la primera descripción de la especie y el nombre de la corriente se deben a Alexander von Humboldt, 1769-1859), en las costas de Chile y Perú, es pues una de las especies más septentrionales de pingüinos.

Se caracterizan por la cabeza negra, con dos bandas blancas que se curvan desde detrás del ojo por las oídos y que se juntan en la garganta. Las partes superiores son negruzcas o grisáceas, y las inferiores blanquecinas, con una banda negra en el pecho que se extiende por las laterales. Tienen marcas rosas alrededor de los ojos y en la base del pico. Los pies están palmeados y funcionan como timón, los dedos están provistos de uñas que les permiten escalar.

El plumaje se impermeabiliza con un aceite segregado por una glándula situada en la parte posterior del nacimiento de la cola.

Los machos llegan a las zonas de anidamiento unos días antes que las hembras. Después de la fecundación, la hembra depositará dos huevos blancos, que serán incubados por los dos miembros de la pareja, durante unos 40 días. Los pollos dependen de sus progenitores hasta que son capaces de nadar.

Debido a lo restringido de su distribución se considera en serio peligro de extinción, pues se estima una población inferior a los 12000 ejemplares, que se ve muy afectada por los fenómenos climáticos de "El Niño" y "La Niña", que hacen que las sardinas, que constituyen su principal fuente de alimentación junto con diversos crustáceos, naden a mayores profundidades de las que estas aves pueden alcanzar.

Además, sus apiñadas colonias de anidamiento son tremendamente saqueadas por las poblaciones costeras, que se abastecen con sus huevos, y utilizan la piel de los adultos para la fabricación de diversos objetos.

Supera los 40 centímetros de altura, y los cuatro kilogramos de peso.

Rev: julio-10