Tortuga laúd Dermochelys coriacea Vandelli, 1761

Es la tortuga más grande de la actualidad, pudiendo alcanzar una longitud de más de dos metros y medio, y una envergadura en los miembros anteriores de 2,80 metros. Algunos ejemplares superan los 600 kilogramos de peso.

Su caparazón está formado por placas óseas irregulares, recubiertas por una piel lisa parecida al cuero. Presenta siete crestas o quillas longitudinales. La cabeza y las aletas no presentan escamas.

Esta tortuga marina está muy bien adaptada para soportar aguas frías, por lo que su área de distribución es muy amplia. En altamar forma pequeños grupos alrededor de las zonas de corrientes, donde se congregan los organismos que les sirven de alimento, en especial medusas, pero también peces, crustáceos y moluscos.

Las hembras se aparean cada tres o cuatro años después de cumplir los diez de edad, y vuelvan a las playas donde nacieron para realizar la puesta, que puede contener más de 100 huevos. El nido lo hacen excavando un hoyo en la arena por encima de la línea de pleamar y siempre durante la noche, para evitar las altas temperaturas. La incubación dura unos 60 días, y la temperatura ambiente determina el sexo de las crías. Todos los huevos eclosionan a la vez, y las crías emergen del nido juntas y se arrastran -por la noche- hasta el agua.

Se encuentra en todos los mares, pero sólo desova en algunas playas de Indonesia y América Central.

Las ejemplares adultos son grandes animales, poco vulnerables a los depredadores, sin embargo, los huevos y las crías corren grandes peligros y muy pocas alcanzan la madurez.

Rev: julio-12