Musaraña común Crocidura russula Hermann, 1780

La musaraña común o musaraña gris se caracteriza por sus cortas patas de cinco dedos en las cuatro extremidades y, en especial, por el largo hocico cónico, provisto de vibrisas sensoriales.

Los adultos tienen un peso de menos de catorce gramos, y una longitud corporal que no supera los doce centímetros, incluida la cola, que supone alrededor de un tercio del total.

Estas musarañas no están capacitadas para excavar, por lo que suelen ocupar galerías construidas por otros animales. Construyen nidos de forma esférica, acondicionados con musgo, hierba y hojas secas. La gestación dura unos 30 días, y la camada consta de 2 a 8 crías, que pesan un sólo gramo al nacer, sin pelo, con los ojos cerrados y sin capacidad auditiva. Pueden criar 3 y 4 veces al año.

La musaraña común permanece activa durante todo el año. Es una especie generalista que se adapta a muy diversos ambientes, aunque prefiere los bosques caducifolios y de ribera, y también las proximidades de los poblamientos rurales.

Se alimenta principalmente de insectos, gusanos y babosas. A pesar de su pequeño tamaño, es tal su voracidad, que no duda en atacar y matar a mordiscos a presas mayores. Se estima que precisa consumir diariamente alimentos equivalentes a un 50 % de su peso para mantener su alto metabolismo.

Aunque no es una especie amenazada, es objeto de una especial protección por su carácter de animal insectívoro beneficioso para los campos y montes.

Se distribuye por el nortre de África y el suroeste de Europa, desde Portugal a Alemania, siendo la vertiente norte de los Alpes su límite suroriental. También ha sido introducido en Gran Bretaña, Gran Canaria y algunas islas atlánticas.

Rev: julio-16