Morsa Odobenus rosmarus Linnaeus, 1758

El cuerpo de la morsa es realmente impresionante, pues los machos superan los tres metros de longitud y pueden alcanzar los 1500 kilogramos de peso. Las hembras son algo más pequeñas.

Su característica más distintiva es el enorme crecimiento de los dos caninos superiores, en ambos sexos, que pueden alcanzar el metro de longitud, y que utilizan como cuchillos en las peleas entre machos por el favor de las hembras. También les sirven para remover los fondos marinos en busca de los crustáceos y moluscos que constituyen su alimento, y para ayudarse en su movimiento sobre las superficies de hielo.

Tienen una piel muy gruesa, de unos cuatro centímetros, de color gris, que es más claro cuando el ambiente es más frío, porque la morsa disminuye el riego sanguíneo a las zonas periféricas, para sufrir menos pérdidas de calor.

Viven en colonias que pueden ser de varios cientos de individuos sobre las banquisas árticas.

Después de una gestación de quince meses, las hembras paren un único cachorro que pesa más de 50 kilogramos, y al que atenderán durante unos dos años.

Rev: octubre-08