Yacaré común Caiman yacare

El hocico del yacaré común es estrecho y largo, con una constricción lateral bastante acentuada. En los adultos, el primero y el cuarto diente mandibular generalmente perforan el premaxilar, asomando a través de orificios.

La coloración de los juveniles es marrón amarillenta en el dorso, aclarándose hacia los flancos. Un patrón irregular de franjas oblicuas de color negro cruzan el dorso. La cabeza presenta conspicuas manchas negras. En los adultos la coloración general del dorso es verde oscura casi negra, aunque las manchas de la cabeza, cola y flancos son bien marcadas. En general, el vientre es amarillento. Presentan el lomo fuertemente acorazado, con osteodermos bien marcados.

Las patas son fuertes y cortas, con los dedos de las posteriores unidos por una membrana que facilita la natación, aunque la fuerza impulsora proviene en su mayor parte de la musculosa cola, que representa el 30% de la longitud del cuerpo, que puede alcanzar los 3 metros.

Se alimenta principalmente de moluscos, crustáceos y peces, a los que acecha inmóvil con la boca abierta.

Para la reproducción, después de haber copulado con varios machos para garantizar la fecundación, las hembras se retiran a lagunas fluviales discretas, allí hacen los nidos amontonando los materiales disponibles para formar un montículo de hasta un metro de diámetro y 60 centímetros de altura, y realizan una puesta de entre 20 y 40 huevos.

Las hembras cuidan la puesta y después protegen a las crías durante al menos otros seis meses.

Se distribuye por las regiones tropicales y subtropicales del suroeste de Brasil, este de Bolivia, Paraguay y norte de Argentina, en las cuencas de los ríos Amazonas, Paraguay y Paraná. Normalmente en regiones pantanosas y lacustres, y en menor medida en los cursos de agua.

Ha sido objeto de caza intensiva para el aprovechamiento de su piel, especialmente de los ejemplares jóvenes.

Rev: abril-10