Lince ibérico Lynx pardinus Temminck, 1827

El lince ibérico es un animal de aspecto robusto, aunque apenas alcanza la mitad de talla que el lince común, con largas patas y una cola corta que termina en una borla de pelos negros que suele mantener erguida. Las orejas son muy características, ya que son puntiagudas y terminan en un pincel de pelos negros y rígidos. También tienen patillas que les cuelgan de las mejillas.

El pelaje es de color pardo o grisáceo, con motas negras, más o menos grandes, en los flancos.

Su población está muy restringida al bosque y matorral mediterráneo de zonas muy delimitadas del sur y suroeste de la Península Ibérica, en España y tal vez en Portugal: Sierra Morena, Montes de Toledo, Parque Nacional de Doñana y algunos puntos de Jaén y Granada.

Se alimenta sobre todo de conejos, que constituyen entre el 80% y el 90% de su dieta, que se complementa con otros pequeños mamíferos y algunas aves, que consigue atrapar de formidables saltos cuando emprenden el vuelo. Tiene hábitos crepusculares y nocturnos.

Son animales solitarios, que se emparejan durante la época de celo. Excavan madrigueras en lugares protegidos, o utilizan huecos de los árboles. La gestación dura unos 70 días, y la camada consta normalmente de dos cachorros. Desde los dos meses de vida, los pequeños acompañan a su madre en las cacerías, y antes del año serán independientes.

El lince ibérico ha ido perdiendo territorio debido generalmente a las infraestructuras humanas, que han ido separando las poblaciones de estos animales hasta llegar a estar totalmente incomunicadas, fragmentadas y aisladas por barreras de distintos tipos que impiden el intercambio genético entre los grupos.

na Otros factores que afectan a esta especie son las enfermedades que diezman a los conejos, como la mixomatosis o la neumonía hemorragicovírica; las reforestaciones con especies alóctonas de crecimiento rápido; la ganadería intensiva; la caza no premeditada con cepos o lazos...

Por todas estas razones, se declaró especie protegida en 1966 y es el único felino en la categoría 1 de la lista roja de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Es posible que en la actualidad, el número de linces ibéricos sea inferior a 1000 ejemplares.

Rev: julio-10