Zorro rojo Vulpes vulpes Linnaeus, 1758

El zorro rojo es un animal sociable que vive en pequeños grupos familiares. Sus hábitos son fundamentalmente nocturnos, lo que unido a su desconfianza, hacen que sea muy difícil de observar en la naturaleza.

Tiene un aspecto inconfundible, en el que resalta su larga cola magníficamente poblada y con un pincel blanco en el extremo. El pelaje es bastante denso por todo el cuerpo, y su coloración es muy variable predominando el color pardo-rojizo, aunque puede oscilar entre las formas casi completamente negras hasta un color amarillento pálido. Las partes inferiores son blancas. Las extremidades son largas. El cráneo aparece alargado y con el perfil superior casi recto, el hocico muy puntiagudo y las orejas grandes y triangulares. Los ojos son pequeños y las pupilas verticales.

Son sedentarios y excavan madrigueras con muchas galerías y varias aberturas, entre las rocas, los barrancos herbosos y las espesuras.

Se alimentan sobre todo de roedores de cualquier tipo, y, si pueden, de aves de corral. También consumen carroña, y se están haciendo habituales comensales de los basureros humanos.

El apareamiento tiene lugar en enero y febrero y las crías -entre 1 y 7- nacen hacia abril o mayo, tras una gestación de unos 50 días. Los cachorros nacen ciegos y con un pelaje pardo oscuro uniforme. La lactancia se prolonga unas cinco semanas.

Aparece en toda la región holártica y ha sido introducido en Australia. Está presente en todo tipo de ambientes desde el subártico hasta el desértico.

Rev: abril-16