Garza ceniza Ardea herodias Linnaeus, 1758

Esta gran garza supera los 1,25 metros de longitud y los 2,5 kilogramos de peso. Lucen el centro de la corona y los lados de la cabeza de color blanco, con anchas rayas negras a los lados de la coronilla, que se extienden hasta la parte posterior de la nuca y se prolongan en las largas plumas occipitales. El cuello es gris pardo, con una raya blanca y negra por el centro de la parte delantera. El cuerpo y las alas son de color gris azulado, con una mancha negra en el pecho.

Una variedad propia de Florida y el Caribe, luce un plumaje completamente blanco, y se diferencia de la garza nívea por tener las patas claras. En la época de celo, también lucen de color azul la región del rostro entre los ojos y el pico.

Suelen pescar en solitario, tanto en aguas saladas, como dulces y salobres, y en las zonas de manglares. Atrapa peces, crustáceos, anfibios y grandes insectos.

Anida en árboles próximos al agua, construyendo grandes plataformas de ramas entrelazadas. La nidada contiene entre 3 y 7 huevos de color azul verdoso, que son incubados unos 25 días por ambos progenitores.

Se distribuye desde Alaska hasta el norte de América del Sur, alcanzando las costas de Perú y Brasil. Existe una variedad en las Islas Galápagos. Es residente en gran parte de su territorio, debido a su gran capacidad de adaptación, que le permite vivir en hábitats muy diversos: pantanos de agua dulce y salada, manglares, praderas inundadas, orillas de lagos y en las costas, incluso en zonas próximas a las poblaciones humanas.

Rev: septiembre-15