Lobo Canis lupus Linnaeus, 1758

El lobo es un animal muy inteligente y muy resistente, lo que le ha permitido sobrevivir en muchas regiones del hemisferio norte, en bosques, montañas, tundras, taigas y praderas, aunque en un espacio mucho más limitado debido a la presión que el hombre ejerce sobre él. Los orígenes del lobo se localizan en el sudeste asiático durante el Pleistoceno.

Sus dimensiones varían considerablemente a lo largo de su hábitat, y tienden a incrementarse proporcionalmente con la latitud (regla de Bergmann). La altura varía entre 60 y 90 centímetros, la longitud entre 1,2 y 2 metros, y el peso entre 30 y 60 kilogramos, aunque se han referido ejemplares mucho más grandes. Las hembras son más pequeñas que los machos.

El maxilar superior tiene seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y cuatro molares, mientras que el inferior tiene seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y seis molares.

Presentan un pelaje largo y voluminoso, que varía entre el verano y el invierno, y de coloración muy variable: gris, marrón, blanco, rojo, negro... y normalmente con colores mezclados, aunque no es infrecuente que un individuo o una población entera sean de un único color.

Al nacer, los lobeznos son en general más oscuros y tienen los ojos azules, que se vuelven amarillos-dorados entre las 8 y las 16 semanas. En algunas ocasiones, los adultos mantienen los ojos azulados.

Los lobos tienen un trote sostenido y bastante rápido que les permite recorrer grandes distancias. Caminan apoyados en los cuatro dedos de sus patas, aunque en las anteriores presentan un quinto dedo vestigial. Un pequeña membrana entre cada dedo les facilita el desplazamiento por una amplia variedad de terrenos, en especial sobre la nieve.

Son animales sociables que viven en familia o en pequeñas manadas, que delimitan su territorio con señales olfativas y por medio de los aullidos. La manada es liderada por la pareja alfa, que es la única que se reproduce. Además tienen una amplia gama de signos y movimientos para comunicarse.

Son expertos cazadores en grupo, tanto de día como de noche, y no tienen nunca en consideración el tamaño de sus presas: ovejas, cabras hispánicas, rebecos, cerdos, ciervos, renos, caballos, alces, yaks, bisontes... También cazan roedores, aves y otros muchos animales. Pueden sobrevivir unas dos semanas sin ingerir alimento.

La gestación dura unos dos meses y las camadas constan de entre 4 y 6 crías, normalmente. Los cachorros nacen ciegos y sordos y no salen de la madriguera hasta la tercera semana de edad. Son amamantados durante unos dos meses y medio. Después del destete, todos los miembros del grupo contribuyen al cuidado de los cachorros.

Rev: octubre-09